Cianocrilatos o adhesivos instantáneos: cómo elegir el que necesitas

El pegamento instantáneo, también llamado cianocrilato, es un adhesivo que se seca de forma rápida al entrar en contacto con el aire. Este producto contiene en su composición un monómero de cianocrilato que, en contacto con la humedad del aire, logra una unión fuerte y resistente.

Hay que tener en cuenta algunos aspectos antes de decidir qué adhesivo instantáneo necesitas:

• Material que va a pegarse. Lo primero que debes tener en cuenta es la superficie que quieres pegar. No será lo mismo un material metálico que uno de cristal, por ejemplo.

• La viscosidad. Los pegamentos instantáneos funcionan de un modo diferente dependiendo de ella. Los más viscosos son idóneos para superficies más rugosas o desiguales, mientras que los de menor viscosidad funcionan muy bien en superficies planas.

• La resistencia necesaria. Hay adhesivos instantáneos más fuertes unos que otros y que determinarán el resultado final a la hora del pegado. 

¿Cómo limpiar el pegamento instantáneo?

Para eliminar los restos de pegamento instantáneo existen diferentes soluciones:

• Aplicando calor.

• Con acetona o metiletilcetona.

• Lijando o raspando con una espátula o cuchillo.

• Remojando en agua jabonosa caliente o tibia.

• Con aceite mineral, alcohol isopropílico o vaselina.

A la hora de decidir uno de estos métodos, es necesario tener en cuenta el material que se ha pegado y su resistencia, la superficie de pegado y la sensibilidad que pueda tener la zona en la que necesitamos eliminar el pegamento.

Por ejemplo, si estamos hablando de eliminar un pegamento instantáneo de la piel lo más aconsejable es enjabonar la zona, aplicar quitaesmalte con acetona o usar aceite de oliva o vaselina.

Para eliminar el adhesivo instantáneo de superficies lisas (madera, metal o piedra) lo primero que debes hacer es intentar remover el pegamento con los dedos o una espátula. Puede que con esto sea suficiente. Si no se retira por completo, puedes remojar un paño con agua y jabón de lavavajillas, y dejarlo actuar durante unas horas. Después de esto puede que se desprenda. Como última opción, está el uso de un quitaesmalte de base acetona. Esta opción es más abrasiva por lo que hay que realizarlo con cuidado.

Para superficies de plástico podemos realizar el mismo proceso que en la anterior, un paño húmedo impregnado en jabón de lavavajillas y dejarlo actuar. Si con ello no se elimina el pegamento instantáneo, recurre al alcohol isopropílico. Esta última opción hay que realizarla con cuidado para que no dañe el material. Aconsejamos realizarlo primero en una zona menos visible para no dañar el material.

Para eliminar adhesivo instantáneo de vidrio, intenta desprender la mayor cantidad posible con una navaja afilada, si así consigues retirarlo limpia con agua jabonosa tibia, enjuaga y sécalo. Si no puedes removerlo de este modo tendrás que recurrir al alcohol isopropílico, el aceite de eucalipto o la acetona. 

De todos modos es importante tener en cuenta las especificaciones de cada uno de los fabricantes a la hora de exponer el uso del producto y la forma de actuar en caso de un uso incorrecto.